Esta es la experiencia de Ivonne, quien apadrina a Zoila y tuvo la oportunidad de visitarla:
“A la fecha, llevo más de dos años apadrinando a Zoila. Ella es de una pequeña aldea en Quiché. Todo empezó cuando decidí dar un poco de lo mucho que recibo a alguien necesitado, y supe que FH Guatemala era lo ideal.
Decidí apadrinarla a ella porque casualmente cumplimos años el mismo día, e inmediatamente sentí una conexión. Tuvimos comunicación a través de cartitas, dibujos y por medio de FH Guatemala, quienes constantemente informan sobre los progresos de los niños apadrinados.
En enero de 2020, tuve la increíble oportunidad de visitar a Zoila en Quiché junto con el equipo de Fundación Contra el Hambre. Fue una experiencia increíble, donde pude conocer a su familia, su hogar y por supuesto: su realidad.
A pesar que no habla mucho español, ese día pudimos convivir un rato y su mamá nos invitó a orar por ellos y por nosotros. Además, nos ofrecieron una pequeña refacción a todos los que estábamos ahí. ¿Cómo alguien que tiene tan poco puede ofrecerte todo? Es increíble darse cuenta que no tienes que ser rico para dar ayudar o apoyar al prójimo.
Siempre he creído en el poder de la educación y creo que esa fue mi principal motivación para empezar a apadrinar. Sé que con mi granito de arena estoy aportando a su educación todos los días, motivándola a que continúe con sus estudios y no deje de soñar.
Espero con muchas ansias, volverla a encontrar algún día con sus estudios terminados, y un gran sueño por delante.
¡Gracias FH Guatemala por permitirme vivir esto!
Ciudad de Guatemala
Zoila es una niña que gracias a Ivonne tiene acceso a los programas que brindamos como organización en su comunidad, y no solo ella es beneficiada, sino que su familia también.
Miles de personas más nos necesitan para tener acceso a los recursos que necesitan para vivir. Cada donación que hagas a Fundación contra el Hambre, apoyará el desarrollo de muchas familias en las comunidades de Alta Verapaz, Huehuetenango y Quiché. Puedes donar desde Q10, Q50, Q100 o Q1,000, lo que tu puedas dar, ayudará a alguien más en necesidad.
Creemos que cuando una comunidad está equipada para cuidar a sus miembros más vulnerables, todos son cuidados y se elimina la pobreza. Por eso que buscamos desarrollar comunidades – enfocándonos en los niños. Uno de los indicadores más importantes de que las familias, las iglesias y los líderes comunitarios están haciendo un buen trabajo, se ve reflejado en el bienestar de sus niños. Cuando equipamos a las comunidades con las herramientas y los recursos que necesitan para cuidar a sus propios hijos, las capacitamos para que inviertan en su propio desarrollo.
