Una solución a la falta de proteína en las comunidades de dificil acceso.
Elena, madre de familia, nos cuenta su historia:
“En la comunidad de Cantón Morales no tenemos acceso a alimentos como carne. En algunas ocasiones queríamos comer un poco, pero como no teníamos acceso, nos aguantábamos y buscábamos otra clase de alimentos. Me di cuenta que se estaba convirtiendo en un problema cuando mis hijos bajaron mucho de peso y entonces me preocupé ya que ellos difícilmente recuperaban su salud cuando enfermaban.”
“Hace aproximadamente 7 años FH comenzó a trabajar en nuestra comunidad y me uní en los primeros años. Por medio del Proyecto de cunicultura pude encontrar una respuesta a nuestra falta de carne. Gracias a este proyecto empezó un cambio y una transformación en mi familia. Nos sentimos muy beneficiados ahora que tenemos acceso a consumir carne de una forma fácil y rápida, ya que cuando nuestros conejos están grandes y bien cuidados, podemos comerlos y recibir proteínas en nuestro cuerpo.”
“Actualmente mis hijos son mucho mas sanos y se sienten muy felices porque pueden aprender a cuidar los conejos y saben que luego podrán consumir carne.”
“Ahora me siento motivada, quiero trabajar duro para que mi proyecto de cunicultura crezca y así mis hijos sigan teniendo carne para alimentarse.
También me siento muy agradecida con Dios ya que de él viene todo y seguidamente agradezco a la institución FH, por los programas que implementó en mi comunidad, los cuales nos han apoyado mucho y por el seguimiento constante que nos ayudan a crecer.”
Miles de personas más nos necesitan para tener acceso a los recursos que necesitan para vivir. Cada donación que hagas a Fundación contra el Hambre, apoyará el desarrollo de muchas familias en las comunidades de Alta Verapaz, Huehuetenango y Quiché. Puedes donar desde Q10, Q50, Q100 o Q1,000, lo que tu puedas dar, ayudará a alguien más en necesidad.
Creemos que cuando una comunidad está equipada para cuidar a sus miembros más vulnerables, todos son cuidados y se elimina la pobreza. Por eso que buscamos desarrollar comunidades – enfocándonos en los niños. Uno de los indicadores más importantes de que las familias, las iglesias y los líderes comunitarios están haciendo un buen trabajo, se ve reflejado en el bienestar de sus niños. Cuando equipamos a las comunidades con las herramientas y los recursos que necesitan para cuidar a sus propios hijos, las capacitamos para que inviertan en su propio desarrollo.
