Educación para un futuro Brillante

Educación para un futuro Brillante

Marta es madre de dos niñas. Doña Marta es una persona participativa y alegre. Aunque es ama de casa, en ocasiones se siente deprimida y preocupada debido a problemas económicos que impiden que sus hijas asistan a clases por la falta de materiales escolares. A pesar de las dificultades, lucha incansablemente para que sus hijas puedan recibir una educación, ya que sueña con que se conviertan en grandes profesionales.

“No contamos con un hogar apropiado para nuestras niñas, pero gracias a las intervenciones de Food for the Hungry he comprendido cómo amar a mis hijas y de cómo apoyarlas en sus tareas, a la vez he aprendido de cómo cuidarlas, cuando ellas realizan sus tareas veo que cumplan con lo que la maestra solicita, en algunas veces leo historias con ellas.. 

Me siento alegre porque mis hijas fueron beneficiadas con útiles escolares y no solo mis hijas si no que toda mi comunidad, gracias a FH mis hijas ya cuentan con cuadernos y lapiceros, más que todo con materiales escolares de uso diario, realmente me siento agradecida con Dios por la bendición.

Me gusta participar en las charlas de FH, porque cada que vienen aprendemos y conocemos nuevos temas, pero también compartimos nuestras experiencias con ellos para ampliar los conocimientos sobre los distintos temas que comparten.

Deseo que mis hijas puedan terminar la primaria y continuar con el nivel básico y si Dios lo permite deseo que mis hijas sean unas señoritas que cuenten con una carrera de nivel medio, en mi comunidad anhelo que las familias puedan desarrollarse y salir adelante, asimismo deseo que los jóvenes sean grandes profesionales.”-Marta- 

 

Buscamos contribuir a mejorar el desempeño académico a través del desarrollo de habilidades para las niñas, niños y adolescentes en edad escolar

Puedes seguir apoyando a más familias con un aporte desde Q196 mensuales puede crear cambios significativos en la vida de adolescentes y jóvenes en Guatemala.

ESTAMOS ENFOCADOS
EN LOS NIÑOS

Creemos que cuando una comunidad está equipada para cuidar a sus miembros más vulnerables, todos son cuidados y se elimina la pobreza. Por eso que buscamos desarrollar  comunidades – enfocándonos en los niños. Uno de los indicadores más importantes de que las familias, las iglesias y los líderes comunitarios están haciendo un buen trabajo, se ve reflejado en el bienestar de sus niños. Cuando equipamos a las comunidades con las herramientas y los recursos que necesitan para cuidar a sus propios hijos, las capacitamos para que inviertan en su propio desarrollo.